
Como no existía el cargo de vicepresidente, eliminado en la reforma constitucional del 1908, el poder recayó nominalmente en el Consejo de Secretarios de Estado, hasta que el Congreso designara mediante una ley a un nuevo Presidente provisional que ejercería sus funciones de manera provisional, hasta que mediante elecciones fuera electo un nuevo presidente constitucional.

En un primer momento los grandes caudillos Juan Isidro Jiménez y Horacio Vásquez permanecieron en el extranjero y pidieron prudencia y tranquilidad a sus seguidores pues ninguno quería ser ligado al magnicidio de Cáceres y ambos publicaron cartas públicas llamando a la paz y a la concordia, incluso Jiménez apoyo de manera abierta durante los primeros meses a Los Victoria.

Como no cumplía con la edad mínina requerida por la Constitución de 1908 para ser presidente del país, (en su articulo 48, estipulaba la edad de 35 años), le ofreció el puesto a Manuel Cáceres, hermano del Presidente asesinado quien la rechazo, proponiendo entonces a su tío Eladio Victoria (don Quiquí), a la sazón Senador por Santiago y persona que el entendía podría manipular a su antojo.
Coronó su plan con éxito y a principios de diciembre de 1911, logro imponer, contando con el apoyo de los congresistas horacistas en la votación del Congreso a su tío Eladio Victoria, sobre Federico Velásquez por un voto, como presidente provisional por dos meses, iniciándose así el “régimen de los Victoria”, donde Alfredo ocupo simultáneamente los Ministerios de Guerra y Marina y el de Interior y Policía.
Un mes después mediante una falsa electoral consiguió la elección de don Eladio como presidente constitucional quien se juramento el 27 de febrero de 1912, iniciando así un Gobierno que seria enfrentado de inmediato por los horacistas y jimenistas durante todo el resto del año de 1912, conocido como el “Año Rojo” por los historiadores por las numerosas vidas y destrucciones de propiedades que ocurrieron durante la revolución de los Quiquises, como el pueblo llamo a los combates que se sucedieron entre las tropas de Don Quiquí, apodados Quiquises y la oposición.

Ya a principios de diciembre de 1911 desembarco en las costas Este, una expedición organizada en Puerto Rico por el Ex-presidente Morales Languasco, que fue rápidamente derrotada y sus integrantes hechos prisioneros luego del primer encuentro con las fuerzas del gobierno y encerrados en la Torre del Homenaje en la ciudad capital.
Como nota curiosa mencionare que se dice que Morales Languasco era llevado todas las noches a la casa Presidencial donde cenaba con el Presidente Eladio Victoria, quien había sido su ministro de Fomento en su gobierno en el 1904.
También a finales de Diciembre en la ciudad de Santiago se produjo el asesinato a tiros del luchador nacionalista y ferviente opositor y denunciante de la Convención de 1907, Santiago Guzmán Espaillat, antiguo horacista y anti-cacerista que había conocido el exilio y la cárcel en el gobierno de Mon.
Este crimen, que quedo impune y fue atribuido al gobierno de Victoria, fue un presagio del carácter dictatorial y represivo que tendría el régimen recién inaugurado.

Con anterioridad el jimenista Desiderio Arias, desobedeciendo a su jefe político había iniciado una revuelta en la Línea Noroeste apoyado por el General haitiano Zamor, jefe del departamento de Cabo Haitiano y en el sur, el magnicida General Felipe Vidal había empezado en Banica una rebelión que se mantuvo hasta el fin del gobierno.
Vásquez tras algunos enfrentamientos sin resultados decisivos, agoto sus municiones, teniendo que retirarse hacia Haití perseguido por las tropas del gobierno. Al llegar a Dajabón se entero de la muerte del Presidente Haitiano Lecomte y entonces se dirigió al campamento de Desiderio Arias en un lugar cercano, donde se entrevisto con el tratando de aunar los esfuerzos insurrecciónales.

Este intento de unir fuerzas no pudo cristalizar pues Arias ponía como condición el nombramiento de Felipe Vidal, participante en el magnicidio como Ministro de Interior, petición inadmisible para Vásquez. Luego de surgir otras desavenencias entre ellos y a pesar de la intervención del General Haitiano Zamor a favor de los planteamientos de Vásquez, Arias no cedió en nada y empezó a cambiar constantemente sus condiciones.
Vásquez se dio cuenta que estaba perdierdo el tiempo y al recibir refuerzos del Cibao en los Generales Bencosme y Doroteo Rodríguez, marcho a Moca donde enfrento en un cruento combate a las fuerzas del gobierno, pasando a Puerto Plata donde ayudo a consolidar el cerco a la ciudad, para luego ocupar Sánchez, donde fijo su cuartel General.

En ese momento, los métodos coactivos de Alfredo Victoria tenían las cárceles llenas de presos y se vio en la necesidad de hacer una recluta forzosa de jóvenes para remplazar a las bajas de la guerra, así como suspender el pago de los sueldos de los empleados públicos, estos hechos redujeron su escasa popularidad e incluso en la fortaleza de la capital hubo un conato de rebelión que termino en el fusilamiento de una veintena de soldados.
Para poder seguir la guerra, el Gobierno emitió pagares para levantar prestamos locales aumentado la deuda publica en 1,5 millones de pesos, acción que seria tomada por los Estados Unidos como pretexto para su creciente ingerencia en el país, pues interpretando de manera acomodaticia un párrafo de la Convención del 1907, adujo que el país la había violado al aumentar la deuda publica sin consentimiento de Washington.
Además como Arias se había apoderado de las aduanas fronterizas y de sus fondos, impidiendo que los funcionarios de la Receptoria recaudaran los derechos de aduanas de la frontera, el Gobierno Americano empezó a considerar la necesidad de intervenir militarmente para detener la lucha. Estas pretensiones sintonizaban con la tónica de la Diplomacia del Dólar instaurada por el Presidente Taft desde 1909 y que consistió en inducir a grandes capitales americanos a obtener concesiones y a instalar empresas en los países latinoamericanos que luego serian favorecidas con exoneraciones y exenciones en base al poder de presión que ejercerían la Casa Blanca y el Departamento de Estado.

Esta comisión, llego el 2 de octubre y empezó exigiendo la dimisión del jefe del ejercito y ministro Alfredo Victoria, declarar una amnistía general liberar a los presos politicos, proteger a los funcionarios de la Receptoria y hacer todo lo que fuese necesario para restaurar la tranquilidad y bienestar del país.
Después de una acentuada oposición a negociar, el 21 de Octubre el Presidente Eladio Victoria publicó una proclama anunciando que gobernaría solo hasta julio de 1914, fecha en que debía terminar la presidencia malograda de Cáceres y anunciando algunas reformas y les pidió autorización al Gobierno de Estados Unidos para una emisión de bonos para cancelar las deudas del gobierno, los americanos contestaron el intento condicionándolo a se les permitiera nombrar un Consejero Financiero quien controlaría los pagos realizados con el empréstito y que el gobierno se hiciera responsable de toda la apropiación indebida que se habían hechos de los fondos públicos, incluido los que había hecho el propio presidente.
Con el gobierno en control solo de Santo Domingo y con Puerto Plata y Montecristi sitiadas por fuerzas revolucionarias, quienes controlaban Sánchez, Samana y el ferrocarril hasta la Vega, los americanos decidieron presionar aun mas: le hicieron saber al gobierno dominicano y a los lideres rebeldes, que si el presidente no renunciaba de inmediato, ordenaría el receptor de aduanas que descontinuara los pagos con fondos de la receptoria, que cualquier avance en dineros al gobierno se considera violatorio a la Convención del 1907 y cualquier avance a los revolucionarios como una donación sin ninguna obligación de pago y que no reconocería ningún gobierno surgido de la revuelta, dando como fecha final el 20 de noviembre, para que el Presidente renunciara y dejando en el aire la advertencia de que de no obtemperar usarían la fuerza de los marines e impondría un Gobierno militar en el país.
Eladio Victoria, ya sin posibilidades de negociar renuncio el 26 de noviembre, ya antes había renunciado a sus cargos el general Alfredo Victoria y el Congreso, tal como habían sugerido los americanos a través de la Comisión Pacificadora eligió como presidente al Arzobispo Adolfo A. Nouel por un periodo de dos años el 30 de noviembre de 1912.
Los Estados Unidos habían intervenido abiertamente para terminar la ”Revolución de los Quiquises” y deponer a los Victoria.
Nunca antes su intervención en los asuntos internos del país había sido tan visible.
Era el preludio de lo que vendría.
2 comentarios:
Hola!! Esta pagina me ayudo mucho ah hacer un trabajo de sociales espero que la sigan actualizando para seguir usandola todos los dias un poco mas por que de aqui aprendi muchas cosas sobre nuestra historia Dominica.
Muchas Gracias
ME ALEGRA QUE ESISTAN DOMINICANOS QUE SE PREOCUPEN POR NUESTRA HISTORI ESTE ES UNO DE LOS MEJORES TRABAJOS QUE HE PODIDO ENCONTRAR !FELICIDADES !
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