Don Juan Isidro Jimenes a la edad de 68 años, se juramentó el 5 de diciembre de 1914 para cubrir el periodo presidencial 1914-1922.
El gabinete de gobierno incluyó a Velásquez y a Desiderio Arias, quienes con su apoyo electoral le habían permitido el triunfo. Arias fue nombrado como Ministro de Guerra y Marina y su principal representante Elías Brache Ministro de Interior y Policía.
Don Federico Velásquez fue nombrado Ministro de Fomento y su seguidor Bernardo Pichardo también ocupo un ministerio. Los Jimenistas Jacinto Peynado, Jaime Mota y Armando Pérez Perdomo completaron el Gabinete.
Pero en enero del 1915 empezaron las dificultades, debido a las nuevas exigencias de los Estados Unidos dirigidas directamente por el Secretario de Estado William Bryan quien sometió al Presidente una serie de exigencias, claramente intervencionistas e ilegales, entre las que se destacaban: el que las rentas internas serian cobradas por la Receptoria General de Aduanas; un ciudadano de los Estados Unidos seria nombrado como Superintendente de Hacienda, controlador de los gastos nacionales y encargado del presupuesto; el ejército dominicano seria suprimido o reducido creándose en su lugar se crearía una policía o guardia civil bajo el mando de un oficial de Estados Unidos. Por ultimo se extendería la autoridad de un ciudadano de Estados Unidos como Director General de Obras Publicas y Comunicaciones de todo el país.
El presidente Jimenes opuesto a la medida, la sometió empero al Congreso donde recibió la decidida oposición de los horacistas, así como de la facción disidente de Arias, llamada “bolos-patas prietas” (contraria a los ‘bolos-patas blancas” de Jimenes.) Al mismo tiempo el Gobernador de Puerto Plata General Quirico Feliu se negó a obedecer las órdenes del Presidente y le exigió la remuneración de sus servicios contra el Gobierno de Bordas.
El Secretario Bryan cablegrafió inmediatamente al Ministro Americano para que les advirtiera a Arias y a Vásquez que en caso de entorpecer al gobierno de Jimenes y amenazo con despachar una fuerza naval en caso de necesidad. La llegada del Crucero de Guerra Castine a Puerto Plata motivo a que Feliu desistiera de su intentona y dejara sin efecto la insurrección.
Sin embargo, Bryan exigía a hora a Jimenes una petición oficial de ayuda militar a los Estados Unidos para imponer la paz interior de la Republica y ordeno al Receptor General que no avanzara dinero al gobierno para cubrir sus gastos, presionándolo así para que aceptara la creación legal del puesto de Consejero Financiero Americano.
Jiménez se vio obligada a someter el proyecto de creación del puesto al Congreso donde fue rechazado por una gran mayoría. El Congreso inicio entonces movido por las pasiones políticas, una acusación contra él, por el empleo continuado de Mr. Johnston como Consejero Financiero, lo que motivo que el Presidente despachara una comisión hacia Washington para discutir con el Secretario de Estado “ ciertos asuntos de grave importancia para los intereses de la nación’.Aunque el viaje de la delegación detuvo momentaneamnete el proceso de acusación, no pudo vencer la obstinación del Secretario Bryan quien continuó inmutable con sus peticiones.
Estas exigencias , así como la intervención americana en los asuntos internos del país, continuaron a pesar del cambio de Secretario de Estado quien ahora era Mr. Lansing y del Ministro americano quien ahora se llamaba Willian W. Rusell.
El 28 de julio de 1915, la República de Haití, era invadida y ocupada por los Marines de Estados Unidos y en septiembre de 1915 el nuevo ministro Rusell recibió la orden de seguir presionando al gobierno dominicano, acusándolo de violar la Convención del 1907, a fin de obtener lo que ellos pretendían.
El Imperialismo mostraba las garras.
Esta presión adicional, unido al clima de inestabilidad política interna puso al gobierno al borde del desastre ya en los días finales de noviembre de 1915. Luego de recibir la famosa nota 14 donde se reiteraban las exigencias americanas de enero,el Presidente Jimenes desesperado le escribió a Wilson haciéndole notar que la situación se hacia insostenible y que no deberian seguirlo presionando, pero solo recibió de este oidos sordos y una carta ofreciéndoles consejos amistosos y buenaventuras.
Ya en 1916, el clima político se deterioro por completo, la oposición de horacitas y desideristas, acicateada por lo que entendían una falta de apoyo de los americanos al Gobierno, se preparando a acusar a Jimenes para lograr que dimitiera.
El Presidente, por motivos de salud, se retiro a una residencia temporal en Cambelen, una finca situada al Oeste de la Capital, lo que motivo que aumentaran los intentos conspirativos de Desiderio Arias, quien ya se veía como el Próximo Presidente.
El 14 de Abril, Jimenes, decidió poner freno a Arias y mandó a arrestar al Jefe de la Guardia Nacional y al Comandante de la Fortaleza Ozama, ambos desideristas, acusándolos de deslealtad y venalidad en la ejecución de actos oficiales.
Arias al enterarse se dirigió de inmediato a la fortaleza, a la que penetro revolver en mano, asumió el mando de la misma y anuncio su negativa a obedecer las instrucciones del Presidente de la Republica.
El gabinete de gobierno incluyó a Velásquez y a Desiderio Arias, quienes con su apoyo electoral le habían permitido el triunfo. Arias fue nombrado como Ministro de Guerra y Marina y su principal representante Elías Brache Ministro de Interior y Policía.
Don Federico Velásquez fue nombrado Ministro de Fomento y su seguidor Bernardo Pichardo también ocupo un ministerio. Los Jimenistas Jacinto Peynado, Jaime Mota y Armando Pérez Perdomo completaron el Gabinete.
Pero en enero del 1915 empezaron las dificultades, debido a las nuevas exigencias de los Estados Unidos dirigidas directamente por el Secretario de Estado William Bryan quien sometió al Presidente una serie de exigencias, claramente intervencionistas e ilegales, entre las que se destacaban: el que las rentas internas serian cobradas por la Receptoria General de Aduanas; un ciudadano de los Estados Unidos seria nombrado como Superintendente de Hacienda, controlador de los gastos nacionales y encargado del presupuesto; el ejército dominicano seria suprimido o reducido creándose en su lugar se crearía una policía o guardia civil bajo el mando de un oficial de Estados Unidos. Por ultimo se extendería la autoridad de un ciudadano de Estados Unidos como Director General de Obras Publicas y Comunicaciones de todo el país.
El presidente Jimenes opuesto a la medida, la sometió empero al Congreso donde recibió la decidida oposición de los horacistas, así como de la facción disidente de Arias, llamada “bolos-patas prietas” (contraria a los ‘bolos-patas blancas” de Jimenes.) Al mismo tiempo el Gobernador de Puerto Plata General Quirico Feliu se negó a obedecer las órdenes del Presidente y le exigió la remuneración de sus servicios contra el Gobierno de Bordas.
El Secretario Bryan cablegrafió inmediatamente al Ministro Americano para que les advirtiera a Arias y a Vásquez que en caso de entorpecer al gobierno de Jimenes y amenazo con despachar una fuerza naval en caso de necesidad. La llegada del Crucero de Guerra Castine a Puerto Plata motivo a que Feliu desistiera de su intentona y dejara sin efecto la insurrección.
Sin embargo, Bryan exigía a hora a Jimenes una petición oficial de ayuda militar a los Estados Unidos para imponer la paz interior de la Republica y ordeno al Receptor General que no avanzara dinero al gobierno para cubrir sus gastos, presionándolo así para que aceptara la creación legal del puesto de Consejero Financiero Americano.
Jiménez se vio obligada a someter el proyecto de creación del puesto al Congreso donde fue rechazado por una gran mayoría. El Congreso inicio entonces movido por las pasiones políticas, una acusación contra él, por el empleo continuado de Mr. Johnston como Consejero Financiero, lo que motivo que el Presidente despachara una comisión hacia Washington para discutir con el Secretario de Estado “ ciertos asuntos de grave importancia para los intereses de la nación’.Aunque el viaje de la delegación detuvo momentaneamnete el proceso de acusación, no pudo vencer la obstinación del Secretario Bryan quien continuó inmutable con sus peticiones.
Estas exigencias , así como la intervención americana en los asuntos internos del país, continuaron a pesar del cambio de Secretario de Estado quien ahora era Mr. Lansing y del Ministro americano quien ahora se llamaba Willian W. Rusell.
El 28 de julio de 1915, la República de Haití, era invadida y ocupada por los Marines de Estados Unidos y en septiembre de 1915 el nuevo ministro Rusell recibió la orden de seguir presionando al gobierno dominicano, acusándolo de violar la Convención del 1907, a fin de obtener lo que ellos pretendían.
El Imperialismo mostraba las garras.
Esta presión adicional, unido al clima de inestabilidad política interna puso al gobierno al borde del desastre ya en los días finales de noviembre de 1915. Luego de recibir la famosa nota 14 donde se reiteraban las exigencias americanas de enero,el Presidente Jimenes desesperado le escribió a Wilson haciéndole notar que la situación se hacia insostenible y que no deberian seguirlo presionando, pero solo recibió de este oidos sordos y una carta ofreciéndoles consejos amistosos y buenaventuras.
Ya en 1916, el clima político se deterioro por completo, la oposición de horacitas y desideristas, acicateada por lo que entendían una falta de apoyo de los americanos al Gobierno, se preparando a acusar a Jimenes para lograr que dimitiera.
El Presidente, por motivos de salud, se retiro a una residencia temporal en Cambelen, una finca situada al Oeste de la Capital, lo que motivo que aumentaran los intentos conspirativos de Desiderio Arias, quien ya se veía como el Próximo Presidente.
El 14 de Abril, Jimenes, decidió poner freno a Arias y mandó a arrestar al Jefe de la Guardia Nacional y al Comandante de la Fortaleza Ozama, ambos desideristas, acusándolos de deslealtad y venalidad en la ejecución de actos oficiales.
Arias al enterarse se dirigió de inmediato a la fortaleza, a la que penetro revolver en mano, asumió el mando de la misma y anuncio su negativa a obedecer las instrucciones del Presidente de la Republica.
Prácticamente había dado un Golpe de Estado.
Jimenes enfermo, empezó a reunir fuerzas leales para enfrentarlo. Sin embargo, la situación se le complicaba cada vez más, pues el 1 de mayo el Congreso dominado por la oposición iniciaba su enjuiciamiento por " Violación de la Constitución y las leyes de la Republica", y exigía su presencia en el recinto del mismo, dentro de la capital, ocupada por tropas de Arias, quienes también rodeaban el Congreso.
Jimenes lanzo una proclama al pueblo destituyendo a Arias del puesto de Ministro de Guerra y Marina, imputándole la comisión de actos de traición y despidiendo a sus seguidores de los puestos que ocupaban.
El Secretario Lansing ordeno al Ministro Russell de notificar a las facciones que el Gobierno americano apoyaría al Presidente Jimenes, pero al mismo tiempo insistió en que este solicitara ayuda activa de los infantes de marina que acababan de llegar en los transportes "Praire" y "Castine". Jimenes se negó y pidió en cambio, armas y municiones para enfrentarse a Arias, a lo que el Ministro se negó, exigiendo que el Presidente pidiera ayuda formal de tropas americanas
Sin autorización previa, el 4 de mayo de 1916, Los Estados Unidos empezaron a desembarcar sus tropas bajo el alegato de proteger la Legación de los Estados Unidos, la Receptoria General y a los extranjeros reunidos en la Legación Haitiana.
Antes este hecho consumado y ante la realidad de que un enfrentamiento con Arias solo daría pie a un mayor desembarco de tropas americanas, el 7 de mayo de 1916, el Presidente renunció.
La parte final de su renuncia dice: ... Yo no he vacilado ni un instante y con todo el país a mi favor, excepción hecha de esa porción traidora del ejército que ocupa las plazas de Santo Domingo y Puerto Plata. Con mas de mil quinientos hombres valientes y llenos de entusiasmo marcial sitiando las posiciones rebeldes, desciendo las gradas del Capitolio, con el sosiego sereno de mi conciencia limpia y con la confortable convicción del deber cumplido, sintiendo el sol otoñal iluminar con resplandores crepusculares las canas de mi cabeza, me retiro a la tranquilidad de mi hogar".
