martes, 27 de febrero de 2007

Tartufo

Tartufo
Tartufo: persona hipócrita y falsa. Así define el Diccionario de la lengua española esta palabra, originada por alusión al protagonista de la obra epónima Tartufo o el impostor (Tartuffe ou l'Imposteur),una comedia en cinco actos escrita en 1664 por Moliere, seudónimo de Jean Baptiste Poquelin, dramaturgo y actor francés quien se distinguió por sus obras satíricas que además de servir como retrato de la sociedad francesa del momento,estaban dirigidas a denunciar y criticar las convenciones sociales de la época y mostrar facetas dificiles de aceptar de la naturaleza humana.
Para algunos entendidos en la materia,la genialidad de Molière, que lo hace un autor de todos los tiempos, consistió en conferirle profundidad psicológica a sus demagogos, avaros, amantes, hipócritas, cornudos y escaladores sociales, hecho que nos permite leer sus obras como si fueran contemporáneas.

De la audacia del Taturfo da testimonio el hecho de que el rey prohibiera su representación pública durante cinco años, pese a que él personalmente la consideraba divertida aunque tenía buenas razones para creer que la comedia, con el hipócrita y avaricioso Tartufo vestido de cura y con cilicio(cinturón de cerdas o puntas de hierro que se ciñe al cuerpo como mortificación.),ofendería al poderoso alto clero francés. Con Tartufo, Molière creó uno de los personajes cómicos más famosos de la historia: el hipócrita religioso y beato santurrón que predica una cosa mientras realiza lo contrario, fiel reflejo de lo que hoy llamamos la doble moral o la moral de los que la predican en calzoncillos.

De la boca de Tartufo, tratando de seducir a Elmira sale el argumento de que la maldad no esta en pecar sino en que se divulgue el pecado,nos dice el personaje: “y el mal no consiste nunca sino en el escándalo que promueve. Sí; el escándalo del mundo es lo que produce la ofensa, y no es pecar, pecar a calladas.”

Orgon, el incauto esposo y padre de Mariana y Damis se distingue por su autoritarismo infecundo y cerrado que trata de imponer y legitimar por principios de autoridad despreciando a la razón y sin importar lo divorciado de sus pretensiones del sentido común.Asi pretenderá casar a su hija Mariana con Tartufo, en contra de la voluntad de ella y rompiendo la palabra empeñada de manera previa Con Valerio, el amante de su hija.Tambien se caracteriza por una credulidad increíble en Tartufo que lo ciega a la realidad y que me hizo recordar como nuestros pueblos sigue con la misma mansedumbre a los políticos de turno que con sus cantos de sirena los hipnotizan, y los embaucan, mientras les viven jodiendo el presente e hipotecando el futuro.

En la obra también sobresalen Elmira, segunda esposa de Orgon y mucho mas joven que el, mujer muy realista de las cuestiones del honor y del amor y quien al ser enamorada por Tartufo, le pone la trampa que permite descubrirlo en su falsedad y Dorina la doncella que le sirve a Mariana, también joven pero con una sabiduría practica de la vida basada en la experiencia que bien podría haber sido el personaje principal de la misma. Estas palabras de Dorina a Orgon explicándole los inconvenientes de querer casar a su hija a la fuerza bien vale la obra entera:

“……. ¿Haréis posesor a un hombre como él de una joven como ésta? ¿No pensáis en las inconveniencias ni prevéis los resultados de esta unión? Sabed que se pone en riesgo la virtud de una mujer cuando se combate su inclinación en materia de matrimonio; que el designio de vivir como esposa honesta depende de las cualidades del marido que se le da; y que aquellos de quienes se habla llevándose los dedos a la frente, han hecho a sus mujeres lo que ellas son. Porque es muy difícil guardar fidelidad a cierta clase de maridos, y quien da su hija a un hombre al que ella aborrece es responsable ante el Cielo de las faltas que de casada cometa.”


Tambien destaca la madre de Orgon;la Señora Pernelle quien es una devota cerrada y fanática, quien defiende a Tartufo contra viento y marea por creerlo uno de los suyos en cuanto a devoción y santurronería y nos recuerda a esas personas que abundan en la vida que se niegan a ver la realidad clara y evidente que esta delante de sus ojos por aferrarse a prejuicios y verdades preconcebidas.

Lo unico que le puedo criticar a la obra es el final artificial, abrupto. inesperado y forzado, donde Moliere, quizas buscando el apoyo del rey, lo hace el salvador de Orgon y su familia.

Para quien le interese leer la comedia completa,lo cual les recomiendo, aqui les pongo un link para bajar la obra que esta en formato PDF y es un archivo bien corto de 235 Kb,si no tiene el lector de PDF, Acrobat Reader, en este link pueden bajarlo.Que la disfruten.

Finalmente, Aqui esta el monologo sexto del Libro de Fernando Savater, Criaturas al aire, que es el origen al escrito sobre Tartufo.Es un monologo excelente, sin desperdicios, que deberia ser leido y disfrutado, como dice el merengue aquel: A pasito lento...

Segun Savater, nos dice TARTUFO:

"Mea culpa, reverendo padre, mea máxima culpa. Me arrodillo a vuestros pies en espera de que tiempos mejores me permitan levantarme... Voy a haceros mi confesión general, no para disculparme de las acusaciones que se me hacen y que desprecio, sino para condenar a mi vez a los que tan alocada o maliciosamente han vertido su inquina contra mí. Lo que me ha perdido es la incomprensión que ciega a nuestros contemporáneos respecto a los resortes que hacen funcionar su felicidad privada y la armonía pública.
Confio de todo corazón en que vos reverendo padre, como dignísimo e ilustrado miembro de vuestra santa Compañía, comprenderéis mis razones y me ayudaréis a elucidar en que aplicación práctica fallaron mis sanas teorías, precipitándome en la triste situación en que me hallo. He llegado a la convicción - no créais que sin largas rumias, pues soy de natural reflexivo- de que los hombres en general se aborrecen y desprecian ante todo a sí mismos.

Nada más equivocado que suponer que la especie humana ha adquirido, con el paso de los siglos y el aumento de las luces, cierta benevolente autoindulgencia o que, dándose cuenta cabal de cómo es y qué quiere, acepta con naturalidad alegre la conclusiôn que se deriva de tales premisas.No, en absoluto: cuanto mejor se conocen, más se espantan los hombres de sí mismos; cuanto más seguros están de lo que ansían, más empeño ponen en disimularlo; cuanto más inevitables ven sus vicios, más feroz y desesperadamente predican la virtud: Todas las instituciones que la civilización ha producido tienen su raíz en el miedo de los hombres a lo que son y su justificación teórica en la necesidad de disfrazar permanentemente su verdadera naturaleza con mentirosos oropeles.

Por lo que se ve, somos incompatibles con nuestros motivos: aquello que posibilita nuestra vida choca demasiado crudamente con la dignidad sublime que no renunciamos a tener y debe ser maquillado cuidadosamente. Alguien me dirá que lo que aquí se halla en conflicto es la elevación de los ideales pugnando con la bajeza de nuestra condición caída; pero ¿por qué no hemos de reconocer abiertamente que nuestros ideales no son para nosotros, que destruirían la especie humana si se cumplieran un solo día, que su fulgor abstracto no tiene nada que ver
con el feroz ardor que realmente nos impulsa? Somos rapaces, concupiscentes, vengativos y violentos. ¿Se dirá que vivimos en sociedad a pesar de nuestra mala ralea? ¡Mil veces no y por el contrario: gracias a ella! Lo que nos hace tolerarnos unos a otros es precisamente la codicia y la voluptuosidad; lo que nos inclina ante una autoridad única, sin la que no habría Estado ni progreso, es el temor que nos tenemos unos a otros; lo único que nos hace aceptar y hasta buscar árbitros comunes es nuestro egoísmo, que trata de evitar las funestas consecuencias de la índole injusta y mentirosa que poseemos.

Los verdaderos santos fueron anacoretas, eremitas, enemigos consecuentes de las apetencias del hombre y de las exigencias innobles que satisface la vida social: fueron destructores individuales de la comunidad humana, porque llevaron hasta su conclusión lógica el aborrecimiento secreto que todos nos profesamos.

No veáis en estas palabras, reverendo padre, un intento de reprobar la forma de ser de los hombres ni, aún menos, el germen de un propósito de transformarlos. Nada más lejos de mi ánimo que cualquier proyecto regenerador. No, lo único que pretendo es entenderlos y entenderme, para alcanzar mi provecho por los medios más adecuados y sin confundir lo que se dice sobre las cosas con lo que las cosas realmente son. Si los hombres se engañan o fingen engañarse constantemente sobre sus verdaderos intereses, si enmascaran sus móviles y consideran monstruoso lo que no es en verdad sino demasiado normal, mientras ensalzan como ideal lo que sería auténtica monstruosidad en el caso de realizarse en este mundo, esto no puede deberse a puro vicio de su corazón o de su intelecto. Dios o la naturaleza -como dice el docto Spinoza- no consentiría tal aberración si no fuera absolutamente imprescindible para la conservación de la humanidad. Y la ilusión sobre sí mismo sin duda es necesaria al hombre para no hundirse de nuevo en esa animalidad de la que está todavía demasiado próximo. Puedo cruzar una estrecha franja de madera si la dispongo a medio metro del suelo, pero me resulta infranqueable si pasa sobre un hondo abismo; si alguien quiere capacitarme para recorrer la tabla sobre el precipicio, deberá convencerme -por hipnosis o persuasión- de que êste no tiene más que unos pocos centímetros de profundidad.

Del mismo modo, padre mío, el hombre necesita engañarse sobre la condición vertiginosa y sulfúrica de los cráteres que subyacen su alma, para poder circular por encìma del vacío con ánimo sereno y pie firme. Algunos animales han sido dotados por la naturaleza de la facultad de cambiar sus formas o de fingir unas armas, tamaño y ferocidad que en realidad no les corresponden para, de este modo, burlar el acoso de sus enemigos.
Pues bien, posee un don muy semejante el hombre pero, como su mayor enemigo es él mismo, lo tiene predispuesto para funcionar cara a su propia especie. Actor y público de un espectáculo cuyo argumento no por fantástico es menos creído, finge ser lo que no es, querer lo que no quiere, aborrecer lo que ama y desdeñar aquello en cuya persecución corre... ¡y todo ello para conseguir el cumplimiento de unos anhelos feroces que le han sido dados y de los que es tan poco responsable como del sol que sale cada mañana!
Estas verdades me parecen claras y distintas, como exigía en su método el sabio Cartesius. Y ahora yo os pregunto, doctísimo y pio padre: ¿qué hacer cuando uno ve claramente la falsedad de los usos humanos y sabe, sin embargo, que tal falsedad es necesaria? ¿Cómo fingir cuando, por accidente o estudio, se ha descubierto más allá de toda duda el entramado celosamente oculto tras las bambalinas? Hay que fingir, es claro; pero hay que fingir sabiendo que se finge, lo cual no es nada fácil. Los demás son actores espontáneos, que ignoran la mayor parte del tiempo el papel que representan, mientras uno debe esforzarse consciente y deliberadamente por hacer verosímil su personaje. No es sencillo llevar máscara con naturalidad más que cuando uno la toma por su propia cara... Lo he intentado lo mejor que he podido, pero finalmente no he logrado evitar el cometer uno o dos fallos triviales que luego se han revelado decisivos.

Todos me han vituperado y abrumado con el furor que deberían volver contra sí mismos si se atrevieran a saber lo que yo sé. Mi pecado consiste en haber sido sinceramente hipócrita entre tantos hipócritas sinceros; la única defensa -o venganza- que imagino contra quienes me han arrebatado triunfalmente mi máscara es señalarles la evidencia de la suya. Sé que de este modo pongo en peligro el orden todo del mundo, pero debo admitir que su conservación no me interesa tanto como antes. Al contrario, no me importaría ver derrumbarse las universidades y las iglesias, las morales y el lírico pedestal del amor. Dígame, padre, ¿será que me aproximo a la santidad?"


Como nota curiosa, en italiano la palabra tartufo significa trufa. Una rica y sabrosa trufa.

miércoles, 21 de febrero de 2007

La gorda Margot

Criatruras al aire

Después de los cuatro temas históricos nacionales que me dejaron realmente agotado, hoy comienzo con las sandeces: y lo haré a través de la obra Criaturas al aire de Fernando Savater, compuesta por 31 monólogos de personajes diferentes de la literatura universal, a quienes el autor les confiere vida propia y pone a expresar sus pareceres y pensamientos.

Debo admitir que Criaturas al aire es una de mis obras favoritas, pues me obligo a investigar a muchos personajes de la literatua universal desconocidos, hasta entonces por mí y a tener que leer las obras magistrales en que fueron creados.

Veamos que nos dice El monologo décimo cuarto, la gorda Margot en la Obra de Savater:

Habla la gorda Margot:
"¡Será posible, puerco de Satanás, bachiller de mierda, hideputa, charlatán tragón, mono rijoso! ¿Quién te has creído que eres? ¿Crees que eres mi amo, Anticristo borracho? Tienes techo, tienes pan, mucho vino y unas buenas nalgas para desfogarte cuando se te encrespan las criadillas: ¿qué más quieres, cabronazo hijo de cura? Asómate a la ventana y verás que está nevando. ¡Nieva, para que te enteres! Ayer me dijo la madre Magloire que se vieron sombras de lobos cerca del Sena y un niño no volvió a su casa por la tarde.
¡Y aquí estás tú, bien calentito por fuera y por dentro, trasegando litro tras litro de Beaune como si lo regalaran en la taberna! ¿Salir fuera a intentar buscar algo, a echar unos dados con algún incauto al que le pesen los oros o tratar de colarte por una ventana desvencijada en alguna iglesia de esas que guardan regalos más útiles a los cristianos pecadores que a los santos de cera? ¡No, el señor tiene frío, está nevando, el hideputa teme a la ronda y a los lobos!
Mejor esperar aquí, en este burdel en que vivimos, a que llegue la Primavera y entonces hacer una escapadita a la Chaise, a la Pomme de pin o a cualquier otro cabaret, a ver si alguien te invita a un litro de Baigneux blanco o alguna moza de coño golfo te permite gratis pasar con ella detrás de la cortina. Eso es lo que quieres, ¿verdad? ¡Ahorcado tengo que verte, sarraceno! Y mientras, pierdes el tiempo garrapateando baladas y canciones, como si fueras nada menos que Charles de Orleans y estuvieses en Blois rodeado de caballeros con manto de armiño y señoronas de gasa y perfumes : ¡despierta, ladrón, no eructes cuanto te estoy hablando! Pero, eso sí, cuando llego a la cama sin dinero, después de haber estado toda la tarde y toda la noche bregando con sinvergüenzas como tú, de manos muy listas para sobar las tetas pero demasiado torpes cuando llega la hora de sacudir la bolsa, el archiduque se me enfada, tiene el descaro de gritarme que debo darle su parte haya o no haya y hasta pretende atizarme un soplamocos. ¡Quieto, rata de vertedero, judío sin entrañas, quieto o te señalo la jeta! ¡Malhaya con mi suerte!

Anda, bribón, hazme sitio en el catre. ¡Bof, qué borrachera he cogido! No te puedes imaginar lo que he bebido hoy con unos y con otros: tinto con el canónigo de Saint-Benoît, que no hace más que congestionarse y resoplar mientras pimpla, metiendo mano pero sin decidirse nunca a pasar a lo más serio, ese puñetero avaro... ¡como la criada le sale gratis!; blanco con el barbero Bobignon, lástima de hombre, con lo galán y generoso que ha sido, pero ya está para pocos trotes, aunque me consta que él bien quisiera, pues de eso suelen perderse antes las fuertas que las ganas; y mucho tinto otra vez, del más barato, con tres estudiantes borgoñones que habían venido a la Sorbona a escuchar a ese Juan Gerson, Grisón o como quiera llamarse, muy guapos chicos y alegres como ardillas, pero sin un mísero ochavo... aunque yo, en vista de su buena facha, les hubiera hecho a los tres un buen precio, vaya que sí, y si bebo un poco más hasta puede que gratis, ya sabes cómo soy. Beber y beber todo lo que quieras, pero no había manera de sacar dinero a nadie, malhaya con mi suerte, yo creo que es culpa de esos condenados ingleses, que quieren robarnos hasta el aire que respiramos: ¡Dios bendiga al buen rey Carlos para que consiga arrojarlos a todos al mar!
¡Uf, qué ruidos me hacen las tripas! ¡Tengo al blanco peleando con el tinto y el Burdeos sublevado contra el Borgoña! ¡Anda, agárrame esa pedorreta! Con la curda y el sobo que me han dado estoy más caliente que una perra en celo. ¡Eso es, toca, toca y verás! Así, muy bien... ¿Quieres entonces que hagamos las paces, perillán? Ya sabes que entre las sábanas nunca estoy enfadada contigo. Venga, déjame subirme encima tuyo, que ya veo que estás bien preparado. Si te aplasto, te aguantas: ¡te voy a dejar aplanadito como una torta recién hecha! Así, así me gusta, cabroncete mío, sigue, que lo estás haciendo muy requetebién, ahora más, ladronazo mío, más todavía, qué rico está, más, más...

François... ¿me oyes? ¿No te habrás dormido ya? ¡Qué bien estamos los dos aquí juntitos, eh! Escucha, escucha cómo sopla el viento, que parece que va a arrancar las maderas de la ventana... Ya debe de estar nevando otra vez. ¡Vaya invierno que estamos teniendo! Según dice la madre Magloire, el peor que ha habido desde el año en que los ingleses quemaron a la Doncella. Mañana tienes que leerme alguna balada bonita de esas que tú escribes; no una canción cochina, no, algo de amores desgraciados o de caballeros valientes muertos en algún combate lejano. ¿Me oyes, François? ¿Sabes que ayer ahorcaron al pobre Gontier? Como te lo digo; me he enterado esta misma noche. ¡Ay, qué frío me dan esas cosas! Parece que lo estoy viendo, con su panza de oso, siempre riendo y diciéndome: ¡ven acá, niña, ven que te diga un secreto al oído! Y ahora los cuervos le sacarán los ojos... No quiero pensar en eso, es la resaca, que siempre me pone triste. ¿No te pasa a ti lo mismo? ¡Eh, François! Vaya, está dormido."

Que les parecio las palabras de la gorda Margot?.


Francois Villon
La primera vez que lo leí, desconocía por completo quien era la gorda Margot y a que obra pertenecía, entonces fue que empezó mi búsqueda insaciable del conocimiento literario que carecía. Así aprendí que la gorda Margot fue creada por el poeta francés Francois Villon, (1431-1463?) truhán del siglo XV, rimador de jocosidades obscenas, que escribía sus estrofas entre robo, mazmorra y partido de dados obsesionado por el espectro de la horca que siempre le rondaba. Margot es la protagonista de una balada titulada Balada de la gorda Margot perteneciente a su obra poetica Testimonio.
A continuación la balada en una traducción de Rubén Abel Reches


Trovador
Ítem, a la gorda Margot,
bello retrato, dulce cara
y a fe mía, ¡si la conozco!,
criatura muy abnegada
(yo la amo -me obliga el cuerpo-
y ella a mí ¡sabrosa muchacha!)
si por azar alguien la encuentra
que le transmita esta balada:

Si amo a la bella y sírvola ¿os asusto?
¿me juzgáis vil y tonto y mentecato?
Tiene ella bienes para todo gusto.
Por su amor ciño daga, escudo y mato.
Cuando alguien viene tomo pronto un vaso
y de la pieza escúrrome callando.
Después le traigo queso y pan, lo abrazo,
si paga bien le digo: "¿Vuelve? ¿Cuándo?
Cuando esté en celo, amigo, lo esperamos
en el burdel en donde el pan ganamos".

Mas si amanece y no aportó dinero
¡ay de Margot! entonces enfurezco,
no puedo verla, degollarla quiero.
Tomo sus atavíos, salgo al fresco
y con que iré a venderlos la amenazo.
Ella se planta como el Anticristo
y de matarla ahí mismo sería el caso
pues por la muerte júrame de Cristo
que no lo haré. Y así peleamos
en el burdel en donde el pan ganamos.

Pero vuelve la paz, se tira un pedo
más criminal que de un cañón la bala,
riendo me da un golpe, luego, quedo,
"¡súbete! " dice, en tanto que se instala.
Dormimos como un zueco, ambos beodos.
Si despierta y su vientre aún reclama
se alza y me monta, tales son sus modos.
"¡Nos aplasta!" gemimos yo y la cama,
"¡Por tu lujuria nos desvencijamos!"
en el burdel en donde el pan ganamos.

Que llueva o truene, tengo el pan seguro.
Soy vicioso y halléme una viciosa.
No sé cuál de los dos lo es más, lo juro.
Y la basura nos parece hermosa
y el honor nos repugna y lo ahuyentamos
en el burdel en donde el pan ganamos.


Se supone que "La gorda Margot" no era sino un rostro y un nombre pintados en el letrero de un burdel.
Espero que esta, la primera pero no la última de las sandeces que les pondré, les haya agradado.Si desean conocer mas de la vida y ver las demas baladas de la obra de Francois Villon dele click al nombre del poeta.

viernes, 16 de febrero de 2007

Revolucion de los Presos (II)

Juramentacion de Woss y Gil

En él articulo anterior nos quedamos con unas fuerzas rebeldes formadas por bolos y lilisistas y dirigidas por Alejandro Woss y Gil, acuarteladas en la Ciudad de Sto Dgo amurallada y con sus puntos de acceso bloquedas con tubos de acueducto, barriles de arena y alambradas.
Los viejos fuertes de la ciudad: "Santa Bárbara", "San Antón", "La Concepción", "El Conde", "San Gil" y "El Almirante, reforzados con cañones y suficientes hombres y abundante parque en espera de las fuerzas del Gobierno de Vásquez que marchaban hacia esta con intención de asaltarla.

Para que tengamos una idea de la proporción de los enfrentamientos que siguieron es bueno mencionar que Cuando Horacio Vásquez derroco al Presidente Jiménez el año anterior y marcho con sus tropas hacia la capital para ocuparla, se produjeron un total de 6 escaramuzas, ninguna durando mas de 10 minutos y bajas mininas en ambos lados.Con esos antecedentes nadie podía imaginar la violencia y ferocidad de la lucha que se aproximaba.

Los rebeldes mandaron tropas a Guerra donde el 1 de abril, chocaron con la avanzada del Gobierno compuesta por el General Zenón Ovando y quienes luego de sangrientos enfrentamientos se vieron obligados a replegarse hasta Villa Duarte en la margen este del río Ozama, donde las defensas eran dirigidas por el general Perico Pepin quien uso a estas columnas derrotadas para reforzar las suyas y esperar el embate de las tropas del gobierno que llegaron a las inmediaciones de Villa Duarte días después y se enfrascaron en un sangriento combate, cuando dos columnas del gobierno encabezadas por los generales Cordero y Ovando cayeron sobre el poblado defendido por Perico Pepin quien mediante una combinación de audacia, valor y temeridad merecedoras de mejores fines, resistió todo el día a fuerzas superiores y luego llevo a cabo una retirada acuática legendaria mediante botes cruzando el río para al llegar a las murallas y desde allí ordenar un volcán de fuego de cañones contra el poblado ocupado ahora por fuerzas del Gobierno.
Las tropas de Vásquez intentaron aprovechar el momento y cruzar el río para penetrar de inmediato a la ciudad pero fueron repelidos por la metralla que los barrían desde lo alto de los muros. Lo encarnizado del combate había dejado el poblado de Villa Duarte lleno de muertos y heridos y prácticamente destruido en su totalidad.
EL Presidente Vásquez ante la imposibilidad de penetrar cruzando el río desde Villa Duarte, modifico su plan de combate, ordeno a sus tropas cruzar el Ozama mas al norte y montar un cerco por todo el alrededor de la ciudad, hasta el área de Guiba, cerca del Fuerte San Jerónimo (frente al actual restaurante Vesubio) para evitar el aprovisionamiento de alimentos hacia la misma, En una segunda etapa procedería a tomar San Carlos y entonces penetraría a la ciudad simultáneamente desde ahí (Norte), por el Oeste, (por que hoy es la Avenida Independencia) y el Sur (por las entradas que existían en la muralla en las calles Padre Billini y Palo Hincado.).
Mientras los rebeldes con abundancia de armas y municiones habían llenado la ciudad de barricadas y cañones y estaban decididos a no rendirse ni a permitir la entrada de las fuerzas del Gobierno a la misma.

El 6 de abril las tropas gubernamentales iniciaron el asalto a San Carlos, como una jauría enloquecida y barrieron con las defensas rebeldes, a excepción del Fuerte de la Concepción, ocasionándoles numerosas bajas, entre las que sobresalían la del celebre Perico Pepin. Eufórico por el avance inicial, Vásquez le exigió a Woss y Gil la rendición incondicional y de nuevo los cónsules intercedieron buscando una tregua, proceso que se extendió hasta el día 9, sin resultados,
Los rebeldes seguían decididos a pelear, y el día 12 las fuerzas horacistas comandadas por el general Pascasio Toribio asaltaron el Fuerte de la Concepción para tratar de lograr la toma final de San Carlos y como táctica para lograr sus propósitos incendiaron la zona, acción desventurada porque el incendio se extendió rápidamente al caserío de casas de madera con techo de cana o palma y solo finalizo cuando no quedaba nada combustible que pudiera seguir alimentando a las llamas, se dice que las bajas de civiles carbonizados fueron horribles, y tuvieron que habilitarse fosas comunes.
El incendio de San Carlos y la devastación de muerte y desolación que dejo el ataque sirvieron de inspiración a Enrique Henríquez para la creación de su “Miserere”

Y aunque hasta aquí parecía que la situación favorecía al Gobierno, este luchaba contra el tiempo, pues al concentrar todas sus tropas en la capital, los jimenistas contenidos antes en la Línea, empezaban a cobrar fuerzas y a ganar simpatías y el eco de rebeldía empezaba a resonar en las ciudades del interior.
El Presidente Vásquez, entendió que tenía que tomar la ciudad lo más pronto posible y preparo el ataque final.

El 18 de abril de 1903, a las seis de la madrugada, mediante un ataque sorpresa encabezado por el general Coludo Aquiles Alvarez, a la sazón Gobernador de Pto Plata, los sitiadores iniciaron el asalto final de Sto dgo, que ese día vivió horas de guerra, violencia y terror que quizás, solo volverían a repetirse en 1965.
El sorprendido por una patrulla, rebelde en lo alto de la muralla que ya había escalado sigilosamente fue Aquiles Alvarez, uno de lo más capaces y temerarios de los generales del Gobierno y otro ejemplo de valor, caballerosidad y lealtad malgastada en el fenómeno del Concho Primo dominicano. Una lluvia de balas repentinas terminaron con su vida.
El día anterior a su llegada desde la Línea, donde había estado combatiendo las rebeliones jimenistas y mientras contemplaba la ciudad sitiada unas balas de canon explotaron cerca de el, lo que lo motivo a decir”: Nuestros enemigos me saludan, Porque saben que ha llegado un hombre”.
Al empezar el día el general horacista Antonio Hernández ataco, sable en mano y de manera directa la barricada del extremo sur de la calla Padre Billini solo para caer destrozado por la metralla rebelde, que también hirió al General Eliseo Cabrera, hechos que pararon el avance y pusieron a las tropas que lo seguían en desbandada.
Igual suerte corrió El general Casimiro Cordero, Ministro del Interior del Gobierno quien ataco por la calle Palo Hincado, donde logro romper las barricadas para caer unos metros adelante mortalmente herido mientras las fuerzas del gobierno eran diezmadas.

Hasta el Insigne Eugenio Maria Hostos(quien moriria el 11 de agosto), testigo presencial de esta carniceria escribio en su diario : "por ahí acaban de pasar el cadáver de Cordero, el joven animoso, resuelto y desviado, que yo no pude contener en los bancos de la clase de Sociología, y a quien lloro como un extraviado y como a un desventurado".

El propio Vásquez intento penetrar desde San Carlos siendo también rechazado, e igual resultado tuvo el intento de penetración por la Avenida Independencia. Las defensas de la ciudad seguían firmes. Esa noche, tras un día sangriento los rebeldes reforzaron las barricadas y se prepararon para los combates del mañana.

Entonces: para sorpresa de todos, sucedió lo insólito e increíble: Horacio Vásquez, sin dar explicaciones convincentes ordeno abandonar el sitio a Sto Dgo y se retiro al Cibao apresuradamente con 300 hombres, dejando atrás sus pertrechos, los cañones, una buena parte de los soldados que lo acompañaban, los heridos y los muertos que habían combatido con tanto valor y honor . También dejo su valor personal en entredicho así como su capacidad militar y su liderazgo político desacreditados, y para no dejar dudas que de que estaba corriendo, a continuación, sin ni siquiera renunciar a la Presidencia abandono el país hacia Cuba.

La revolución iniciada por Los presos de la Fortaleza Ozama había triunfado y Alejandro Woss y Gil seria presidente por segunda vez, iniciando su discurso de juramentación con las siguientes palabras”: yo no soy el hombre de hace diez y siete anos” y años despues los hechos sirvieron de inspiracion al compositor don Julio Alberto Hernández para ponerle la musica a las letras de Emilio A. Morel y formar el Tema La Batuta :

Se va Horacio, se va
se va el general Luís
ya tiene la batuta
Alejandrito Gil”

Cuando fue muerto Aquiles
en la esquina de Pavón
dijeron todas las gentes
triunfo la revolución.

cuando la gente de Azua
vio a Casimiro caer
le llevaron la noticia
al General Luís Berges.

Y al recibir la noticia
el General contesto:
sálvese todo el que pueda
que ya Horacio cayó

Nota: La esquina de Pavón, es la formada actualmente por la Palo Hincado con Padre Billini en Santo Domingo
.

martes, 13 de febrero de 2007

La revolución de los presos (I)

Alejandro Woss Y Gil


Ya vimos en los artículos anteriores como desde el asesinato de Lilis en 1899 hasta la ascensión al Poder de Cáceres en 1906, tuvimos cuatro gobiernos, en los que sucedieron acciones que merecen ser destacadas pues vistas un siglo después parecen estar divorciadas de la logica del sentido comun: El Gobierno de Juan Isidro Jiménez (15 noviembre 1899 - 2 de mayo de 1902) es derrocado por su propio Vicepresidente Horacio Vásquez , quien luego de haber participado en el magnicidio de Lilis, y ocupar de manera temporal la Presidencia habia propuesto sin vacilación, a quien derroco luego, para Presidente.

Como que no tiene Sentido comun , verdad?.

Pero el Horacio golpista (2 de mayo de 1902 al 23 de abril de 1903) es a su vez derrocada por una cruenta revuelta que llevo a la Presidencia a Alejandro Woss y Gil, (23 de marzo de 1903 al 24 de noviembre de 1903) quien varios meses despues es derrocado por la revolución unionista que le da la Presidencia a Morales Languasco (24 de noviembre de 1904 al 24 de diciembre de 1905), el presidente, como ya vimos, que se auto derrocó a sí mismo, en una accion descabellada y carente de toda logica elemental

Para seguir asombrándonos de los hechos de nuestra historia destacaremos a continuación como la revuelta sangrienta que dio al traste con el Gobierno de Vásquez tuvo su origen en una revolución organizada por los presos desde las celdas de la Fortaleza Ozama que originaron unos combates de una ferocidad inusitada y provocaron una destrucción nunca vista en la lucha por el poder político en la Republica Dominicana y que incluyo el saqueo y el incendio total de las poblaciones de San Carlos y Villa Duarte.

El preámbulo necesario que debemos hacer nos presenta la situación política del país en continuo deterioro a raíz del derrocamiento de Jiménez por Vásquez, y la continuación de los problemas financieros y de deudas que tenia el país con los tenedores de Bonos Europeos y de la Improvement (Usa), Los bolos seguidores del derrocado, empezaron a organizar revoluciones sobretodo en la Línea Noroeste, donde se hizo celebre la revolución de los 8 meses, donde las fuerzas rebeldes de Demetrio Rodríguez destrozaron a las fuerzas del gobierno en el Cruce de Guayubin y mantuvieron un nivel de hostigamiento que, aunque no logro derrocar al Gobierno, requirieron la concentración de sus esfuerzos y lo drenaron de recursos agravando la situación económica interna del país y provocando una reacción gubernamental de detener y apresar a todo sospechoso de ser desafecto al gobierno, medida que rápidamente lleno las cárceles de presos politicos

En el Cibao el Vicepresidente Cáceres empezó a hacer detenciones masivas de antiguos lilisistas quienes eran remitidos hacia la Capital donde eran concentrados en la Fortaleza Ozama. Entre los detenidos se encontraban los generales Perico Pepin,Andrés Navarro y Leopordo Espaillat entre otros.


Como parte del descontento general contra Vásquez, los bolos y los lilisitas conspiraban y organizaron un movimiento que se aprovecho del hecho coyuntural de que el Presidente tenia bastante tiempo alejado de la capital para en horas de la tarde del 23 de marzo de 1903 iniciar una revolución que tuvo como primer protagonista al General Remigio Zayas quien mediante un disparo en el patio de la Fortaleza, proclamo el inicio de una insurrección contra el gobierno que tenia como jefe al General Woss y Gil, quien apenas días antes había sido liberado de la misma y quien había sido uno de los organizadores principales.

Alejandro Woss y Gil, intelectual, soldado y funcionario eficiente y eficaz, ha sido un personaje olvidado por nuestra historiografía tradicional. Su figura ha sido sometida al olvido y es difícil encontrar referencias a su persona en los libros de Historia que se usan en nuestros centros de Estudios. Sin embargo, en su aval historico figura haber sido el Vicepresidente (septiembre de 1884) y Presidente mas joven que ha tenido el país (a los 29 anos, en mayo de 1885). Abogado de profesión, oriundo del Seybo, se había destacado por sus habilidades y sabiduría (hablaba Ingles y latín) como Secretario del General Cesáreo Guillermo, con quien aprendió las pericias del soldado y el manejo político de las cuestiones publicas y quien perdio la vida en una revolucion contra el primer gobierno de Woss y Gil. Obtuvo el rango de General y prestigió en las filas del Partido Azul, y al ser derrocado Guillermo por la revolución azul de 1879, fue nombrado por Lilis como Gobernador de Santo Domingo, cargo que ostentaba cuando fue anfitrión de Antonio Maceo, con quien se paseaba en coche a pesar de las protestas del Cónsul español. Fue Ministro de Guerra y Marina y De Hacienda y Comercio del Primer gobierno de Lilis y desde 1893 hasta la muerte de este, fue encargado de Negocios y Cónsul General del Gobierno Dominicano en Usa.(New York y Washington). Fue un funcionario leal a su gobierno y a su país y un dominicano ejemplar.Fue el padre de la excelente pintora dominicana Celeste Woss

Centrandonos desde ahora en la insurrección, a la una de la tarde, hora en que la mayoría de las autoridades civiles y militares se encontraban en sus hogares durmiendo la siesta, el disparo del General Zayas daba la clarinada para el inicio de la revuelta, los presos políticos previamente armados abandonaban sus celdas e iniciaron una sangrienta lucha contra las tropas leales al gobierno por el control de la fortaleza, a quienes dominaron, apoderándose del arsenal que procedieron de inmediato a repartir, para luego iniciar el ataque de todos los sitios de donde hubieran tropas o funcionarios que pusieran resistencia, entablándose una lucha de escaramuzas en distintos lugares de la ciudad, que solo finalizo al anochecer cuando la ultima resistencia de leales al Gobierno formado por el Gobernador de Moya y otros funcionarios, que se habían atrincherado en el Baluarte el Conde capitularon: Los presos insurrectos tenían control de la situación y sé habían apoderado de toda la ciudad de Santo Domingo.

Sin embargo, a pesar que desde la capital se despacharon conjurados hacia las distintas ciudades del interior, la insurrección no pudo extenderse a ningún pueblo y el Presidente Vásquez logro seguir controlando la situación y de inmediato ordeno a su ministro de Interior General Casimiro Cordero, quien se encontraba en Dajabon combatiendo las revueltas jimenistas en la línea, que se dirigiera hacia Samana y desde allí bajara hacia la capital, mientras el venia con la otra parte de las tropas desde el Cibao con la idea de reunirse ambos contingentes en los alrededores de Guerra, y seguir la marcha hacia Sto Dgo, ciudad que atacarían para recuperarla.

En el ínterin Woss y Gil, quien por su prestigio y capacidad había sido elegido para dirigir el gobierno rebelde, ordeno artillar todos los fuertes de la antigua muralla que rodeaba Sto Dgo y construir barricadas y trincheras en los lienzos de ella que habían sido abiertos por el desarrollo urbanístico de la ciudad. El desenlace que se produciría, lo veremos en el próximo articulo.